10 de enero de 2011

EMILIO RODRÍGUEZ

MAR QUE HUYE

Edición y estudio: Antonio Sánchez Zamarreño



J. M. Ferreira Cunquero

Emilio Rodríguez ha tornado a las frecuencias que él expande con entraña, para alojarnos una vez más en el fondo cautivador de su verso. Gozo que vuelve a introducirnos en los aledaños de los ritmos cautivadores de una poesía fértil y viva como pocas.
Bajo el auspicio de la Editorial San Esteban de Salamanca y el estudio del relevante poeta e ilustrado profesor Antonio Sánchez Zamarreño, se presentó en Madrid y Salamanca Mar que huye.
Los lectores apasionados de la obra de Emilio Rodríguez, no podemos dejar pasar de largo este acontecimiento sin inmiscuirnos en esta aventura, que nos muestra por fin poemas que han alimentado bibliotecas privilegiadas. Libros editados en el pasado por gente cercana al poeta, en ediciones especiales y de los que sólo teníamos la referencia que suscitaba el deseo prácticamente imposible de dar con ellos.
Ahora, gracias a esta antología, no sólo podemos admirar la trayectoria de nuestro protagonista, sino que tenemos las claves para descifrar cómo se ha ido configurando la obra de este genial labrador de la palabra. Merecería sin ninguna duda estar en esos lugares privilegiados del reconocimiento, donde los bobalicones intereses mercantilistas siguen manejando muchas veces el tinglado que nos obliga a comulgar con intragables tochos de poesía intrascendente.
Esta antología, en una cuidada y exquisita edición, nos introduce con sus prolegómenos en la poesía de Emilio Rodríguez, a través del estudio mencionado anteriormente de Antonio Sánchez Zamarreño.
Más de cien páginas nos hacen saborear la lección literaria del profesor universitario, mientras va diseccionando la obra del vate asturiano, sin obviar vivencias de niñez incrustadas con olor a pozo minero reciente, y otras aventuras y desventuras del interior, que imperiosamente debemos conocer, para dar con las coordenadas de esa poesía universal que brota incontenible de este pintor de la palabra. Por esto, sería una osada torpeza por mi parte entrar en los contenidos de Mar que huye. Pero como lector apasionado de poesía, y siempre desde la experiencia personal que me ha injertado la sensación poética a la hora de concebir como aliento la magia de la palabra, puedo decirte amigo lector, que esta antología es imprescindible para descubrir una voz literaria esencial si queremos seguir configurando los trayectos que la poesía nos traza, cuando nos entregamos con desnudez íntima a los sonidos y decorados que cuelgan nuestra verdad en los paisajes del alma.
He vuelto a leer y releer Marea de bolsillo y en las Horas menores, Como árboles que andan los versos de Emilio han vuelto a redimirme del agobio de tanto balcón que intuyo como chimeneas de cristal rayado entre ladrillos y cemento que alargan un grito de calles vacías.
Quizás sea esta apatía de la observación cercada la que me introduce En Interior de humo:

Llovía sobre el mar
y se borraban
las pisadas de los barcos.

Tres versos para presentir en mi horizonte, en el horizonte de todos los horizontes cómo pasa la existencia de puntillas, cómo lo efímero nos engrandece cuando alguien como Emilio es capaz de mostrarnos su mundo, nuestro mundo desde la observación privilegiada e inacabable.
El Mar que huye, vuelve. Lo presiento golpear con fuerza de ensoñación en los canchales de la vida…

Nota.- Esta antología puede adquirirse en:
Editorial San Esteban www.info@sanestebaneditorial.com
Apartado de correos 17
37080- Salamanca

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