Demagogia y sinsentido

Llega un momento, en esta corta y acelerada vida, en el que te sientes obligado a dar un golpe en la mesa de las afectividades, creencias y bagatelas mundanales que nos van llevando hacia el redil del conformismo,donde nos espera nuestra propia autodestrucción moral. Todo por ser correctos y no caer en esa desgracia de que allegados y compadres de barra y vino puedan llamarte facha, facho, rojo, roje o cualquier otro descalificativo pintado de chorrada.
Lo peor es que, en la camada de mis buenos y decentes amigos, de
izquierdas, derechas, de arriba ode abajo, creyentes y no creyentes,
hemos llegando al buen tino donde convergenlas variopintas y plurales
opiniones, de tal forma que la discusión acalorada con tintes políticos
es una extrañeza. Leer entero en..PINCHAR AQUÍ
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