Villalar y el 850
Aquel 23 de abril fue nefasto para mi humilde carraca de cuatro ruedas. El día de la fiesta de Villalar de los Comuneros, cuando entrábamos en Salamanca, al respetar el stop que había en la plaza de toros, un CX palas matriculado en Palencia, nos embistió por detrás con mucha fuerza. Mientras mi 850 tuvo una mínima deformación en el parachoques, el lujoso Citroën se quedaba tirado esperando una grúa.
Aquella misma noche, iba narrando el accidente a unos amigos que me
acompañaban, cuando al parar en el stop del Puente de Enrique Estevan,
otro Citroën nos golpeó por detrás. Mi robusto utilitario, dejó en fuera
de juego a aquel 2 Caballos, que conducía un vecino del barrio de la
Vega, al que reconocí por haber sido compañero de andanzas, siendo
niños, en el colegio del Teso de la Feria. Leer entero:PICAR AQUÍ
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