Sigo sin entender cómo, en el inmueble sanitario de la avenida Portugal, no se han tirado cohetes, mientras el padre putas y su camarilla le hacían un pasillo a la vacuna que por fin llegaba a Salamanca. Era muy temprano y no podía entender el despliegue de tanta policía a las puertas del edificio de Sanidad.
La prisa me obligó a no meter la nariz en tan espectacular escena
para entender lo que ocurría, pero, mira por dónde, me convertí de
repente en uno de los escasos testigos que veíamos cómo llegaba por la
puerta de atrás la vacuna a nuestra ciudad. ¡Ostras!, en taxi y en un
cajón portado por una enfermera escoltada, por… otra enfermera. Leer entero en....https://lacronicadesalamanca.com/301297-la-vacuna-y-la-churreria-de-la-moncloa/
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