Principio con estas letras/ mi personal chirigota/ que entre risas y entre bromas/ la sardina no la espichao/ que se ha ido con un bacalao/ para encelar al sardino/ que anda medio perdido,/por su espina, enamorao./ Es carnaval a lo bestia/ la juerga de estar joío/ puro pasmo, escalofrío/ que duele más que las muelas/ esto de andar con ceguera/ al borde del precipicio/. Pero yo, yo estoy de fiesta/ que ZP la va armar/ sacando de la chistera/ un enorme matasuegras/ pa que sople el personal./ Para los paraos más propina/ que anda la cosa fina/ con esto de estar tan mal./ ¿Que de dónde lo va a sacar?/ De la cintura, colega/ que no hay ya otra manera/ pa podernos reventar./ Viva el rey de las galaxias/ el dios interestelar/ este súper hombre, tío/ que nos ha preparao un lío/ pa seguir en carnaval. Que esto sigue siendo España/ tela marinera en rama,/ puro festejo invernal./ Que la cosa se pone fea,/ pues todo el mundo a llorar/ o a reír, vete tú a saber/ si al pronto podemos ver/ que resucita el Faisán.
El entierro de la sardina no ha conseguido este año meterme en el velatorio patrio de la tragedia, donde unos y otros con cierto cachondeo se confabulan para jodernos la vida. Ya está bien que, a parte del maltrato psicológico que sufrimos, nos puedan meter en otra estrategia estilo gripe A. Gripe que ha pasado sin dar la nota, una vez recaudado lo previsto por alguna trama mundial del momio farmacéutico.
Por esto y mucho más quiero mofarme, que de escamotearme la risa ya se encargan los que mueven los hilos de la verbenera situación que nos está dejando tiesos.
Nuestra desgracia inacabable es que estamos metidos en elecciones permanentes y los pactos, con todas sus zarandajas propagandísticas, sólo suscitan el interés de quienes sacan tajada de esta perpetua confusión. Es el coto de los nacionalistas, levantando la veda para cazar lo que toque. Compromisos y composturas que arruinan el escasísimo material que va quedando en la menguada hucha de los retales.
Lo peor es que la parodia de la política nacional puede estar cociendo, en los bajos fondos, el chocolate de la componenda que puede insuflarnos un brutal colocón.
Es como si estuviesen algunas cosas al revés, cocinando sabe dios qué espinacas. Quién nos iba a decir que, republicanos de la talla de José Luis Carod Rovira o el mismísimo Llamazares podían hablar bien del rey, por haberse puesto el mono del consenso en busca de un pacto de estado. Esto es de traca, vamos… pura hegemonía de
El remate lo dan las encuestas que pueden borrar el rasgo esperanzador que moralmente nos hace supervivir. Mientras el PP empieza a superar con cierta importancia al PSOE, Zapatero sigue siendo más valorado que el líder de la derecha. Es decir, que nos viene a pelo recordar aquella estrofa: ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio…
Por otro lado ZP se ha vuelto transparente en las fotografías europeas de gran postín, y agarrotado no sabe vendernos el producto que hiede a puro capitalismo barriobajero. Mientras tanto, Rajoy se empeña en susurrarnos con exquisita educación un estribillo con ecos de patio vecinal que duerme a las ovejas.
Que esto sigue siendo España/ tela marinera en rama,/ puro festejo invernal./ Que la cosa se pone fea…/ pues todo el mundo a llorar/ o a reír, vete tú a saber/ si al pronto podemos ver/ que resucita el Faisán.
Publicado en el diario El Adelanto de Salamanca jueves 18.02.1
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