14 de noviembre de 2025
21 de octubre de 2025
Sanidad pública y la chupandurria política
21.10.2025
No se puede negar que el super
clínico universitario de Salamanca se muestra como una espectacular
construcción, por su atractiva y aparente modernidad. Claro que, de un hospital,
más que la apariencia, lo que precisa contener en sus adentros es sabiduría y buena
respuesta a las necesidades sanitarias de quienes somos sus dueños y señores
por haber pagado el invento.
Los políticos y toda la banda de
la mamandurria seguramente sacasen pecho inaugural con risas de
autosatisfacción, mientras pasaban viejas facturas, a nombre de contrincantes y
obsesivos ciudadanos en eso de la protesta inconformista ante el cochambroso estado
sanitario que por estas tierras reluce más que el sol que dora sus espigas.
Y para justificar tal afirmación
se me viene al recuerdo ese amigo de juventud que hace unos días me mostraba
desesperado la bolsa de orina que lo lleva y lo trae martirizado entre
infecciones y escapes de licores urinarios, mientras pasa los meses como si tal
cosa en una lista de espera que le está machacando la vida.
El caso es que mi reconocimiento agradecido
hacia todo lo que tiene que ver con el personal profesional sanitario (y meto
en el mismo baúl a quienes visten bata blanca, traje de celador o mono de faena)
lo mantengo desde siempre y desde siempre dejé constancia de tal opinión en los
medios que acogieron a lo largo de los años, de muchos años, las palabras que salieron
de esta pluma que por vieja anda ya cojitrancamente cansada.
Claro que entre tanto grano es
posible que tengamos la desgracia de toparnos con ese personaje sombrío que
puede joderte la visita hospitalaria.
Pero la excepción no puede
emborronar lo que frecuentemente es digno de ser valorado en ese trato que
recibimos y merecemos, vuelvo a reincidir, como empresarios que somos todos de
la cosa medical público sanitaria.
Fijé mi diana muchas veces en
quienes logran, por incompetencia, desorganizar el tinglado sanitario por el
simple hecho de llegar al mismo sin tener pajolera idea del asunto. Pero sobre todo mi punto de mira se colgó de
los políticos que nombran a toda esa banda de ineptos que viven bajo la nómina
que sale de los bolsillos ciudadanos. Políticos que, mostrándose como valedores
de la ineficacia más lamentable que puede padecerse, buscan en el parche
palabrero y buscavotos fórmulas propias de tracaleros que ansían seguir
chupando del bote que mantiene, vía impuestos, privilegios y chupandurrias.
Y mira por dónde, ese hospital
grandioso, exuberante y novísimo, hace unos días me dejó verle las tripas inaceptablemente
asumibles en su barraca de urgencias. Lo de menos son las seis horas que estuve
en aquella estancia estilo camarote de los hermanos Marx, ya que otra gente
hablaba de diez o más horas. Horas que, entre pruebas y usos indebidos de aquel
departamento, gracias a un proceso de listas plomizamente alargadas en la
medicina general, hace que el tiempo allí gastado no deba ser tenido en cuenta.
Aquel espacio me recordó por un
momento las cutres salas de espera de las estaciones del ferrocarril, cuando,
amontonados como sumisos viajeros de la tercera clase, tomábamos asiento sobre
las endebles maletas de cartón raído. Aunque he de reconocer que la limpieza,
la luz y la calefacción nada tienen que ver con aquellas estancias ferroviarias
que separaban a la gente por clases sociales bajo la bendición de una
dictadura.
Escribí muchas veces, por otras experiencias
vividas en el vetusto clínico derribado, aquello de que las horas de
hospital paralizan el tiempo, pero dan grandes dosis de reflexión y experiencia.
Y volví a sentir lo mismo. Otra
vez jóvenes médicos, muy jóvenes, así como jóvenes enfermeras, muy jóvenes,
resarcieron con su profesionalidad y atenciones el sufrimiento de una tediosa
pernoctación en una sala de espera abarrotada y un pasillo donde, aparcados
como camionetas sin destino, se amontonaban camillas y sillas de rueda: una
visión tercermundista en un hospital con perfume a inauguración reciente.
¡Recoña! que avisen que
para ir al hospital de marras los acompañantes han de llevar de casa una silla
o una almohada para sentarse en el suelo. Si no se hace esto, es posible que
sea necesario volver a urgencias con el pobre acompañante que se jodió la
cadera gracias a las horas que estuvo de pie.
Que en pleno siglo XXI haya que
pasar por una tortura tan demencial en un espacio hospitalario recientemente
construido, es para señalar a quienes, con nuestra pasta, diseñaron tal
engendro, y pasarles la correspondiente factura.
¿Pero cómo es posible que en un
hospital recientemente inaugurado no se tuviera la previsión del número de
usuarios que podrían acudir demandando ayuda urgente?
No quiero ni imaginarme qué puede
ocurrir cuando la gripe cabalgue masivamente en próximas fechas por esos
pasillos donde huele a cabreo y derroche interminable de paciencia.
Sí puedo imaginar a los
profesionales de la medicina en ese departamento de urgencias sufriendo el
acoso y todas las situaciones propias de unas inadmisibles condiciones de
trabajo. Médicos y enfermeras por lo que viví hace unos días, se dan con todo lo
que tienen, dejando patente su disgusto ante lo que, ajeno a su responsabilidad,
sigue en esta tierra, como siempre, dando el cante.
Por esto me sigo situando en el
balcón del alma con mi aplauso hacia ellos, agradecido, y repudiando a quienes
ejercen violencia o cualquier tipo de amenaza por haberse doctorado como
médicos transitorios de este tiempo en las demenciales facultades de Internet.
4 de octubre de 2025
TUNANTES DE SALAMANCA Y REGRESO AL HOMBRE- Nuevo libro de J. M. Ferreira Cunquero
PRESENTACIÓN EN SALAMANCA Acompañan al autor:
Jueves 9 de octubre a las 20:00 horas Asunción Escribano. Poeta. Catedrática de la UPSA
Sala de la Palabra (Tetaro Liceo) Manuel Muiños. Presidente de Proyecto Hombre
El
escritor y poeta salmantino José Manuel Ferreira Cunquero presenta, en una
nueva obra, su décimo tercer poemario y un libro de relatos. La
edición de Tunantes de Salamanca y Regreso al hombre ha sido
llevada a cabo por la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes del Ayuntamiento, para ser
donada a la ONG salmantina Proyecto Hombre.
TUNANTES DE SALAMANCA
Los relatos refieren aventuras vividas en Salamanca por pícaros de escasa fortuna, que seguramente recorrieron sus calles al finalizar la Edad Media.
Desde
la ficción creativa, las narraciones dejan constancia de inventos y listezas
propias de quienes, para tener sustento, debían agudizar las artes del ingenio
o rebelarse ante la injusticia que por aquellos años abrazaba a los más
débiles.
Estos
relatos intentan mostrar una época en la que el hambre, la incultura y la
búsqueda de la dignidad despertaban, para poder vivir, la astucia y la
inteligencia.
REGRESO AL HOMBRE
Las
vivencias del autor, como voluntario de Proyecto Hombre Salamanca, dejan
constancia de su desazón al ser testigo de la desventura humana que decapita la
dignidad de quienes se dejan asir por una de las enfermedades más crueles de
este tiempo: las adicciones.
Los
primeros poemas enfocan, desde una perspectiva de cercanía, la derrota y la
propia humillación que sufre quien se deja atrapar en las huidas que conducen
hacia la destrucción y la nada.
El
segundo apartado del poemario da fe de cómo, quienes son capaces de salir del
pozo aterrador de los silencios, nos convocan a todos a la apoteosis de la
esperanza.
Cada
alta terapéutica justifica la enorme y fructífera labor que esta institución
salmantina lleva a cabo, gracias a sus terapeutas, médicos colaboradores y
voluntarios.
18 de agosto de 2025
Aliste en el alma de la poeta Esther Ferreira Leonís
La poeta zamorana, Esther
Ferreira Leonís, presentará en Figueruela de Abajo su libro Desnudos en la
morera.
Es un poemario nacido de la raíz
que encarna, desde lo más profundo del alma de la escritora, su amor por
Aliste.
Los poemas, en castellano y
portugués, nos adentran en esa paz existencial que evoca desde el sentimiento
vivencias y remembranzas, surgidas como esquejes de una pertenencia vital a las
tierras zamoranas de la raya.
Esther Ferreira nos hace regresar
con este poemario a los fundamentos de la herencia emocional, que evoca el
surco alistano como parte inseparable de un aliento poético que nos atrapa en
un cosmos de bellezas, entre descripciones metafóricas y etéreas musicalidades.
Desnudos en la morera puede
ser ese libro, con pálpito de esencias tradicionales, que nos ayude a despertar
de nuevo en los rizomas de esa tradición que Aliste atesora con una naturalidad
que es signo de un patrimonio que exige, por su importancia, ser protegido.
El libro ha sido editado por la
asociación cultural zamorana Sabaria y será presentado en Figueruela de Abajo
por la filóloga Lola Fidalgo el próximo día 20 a las 20:30 horas.
J. R. García
25 de julio de 2025
Por julio regreso a Aliste
| Iglesia de Figueruela de Abajo (Zamora) |
Tal día como hoy hace decenas de años vivía el momento más emocionante del año, cuando en Figueruela de Abajo disfrutábamos de su día grande. La fiesta de Santiago Apóstol era sin duda el acontecimiento más importante de aquella niñez que a veces dudo si existió en algún espacio del tiempo.
J .M. Ferreira Cunquero
Al iniciarse julio, cada año, Zamora vuelve a incendiar en lo más profundo de mi memoria la permanente fogata de mis pertenencias.
Todavía en Salamanca no entienden los
allegados cómo puedo, sin haber vivido jamás en las tierras zamoranas, mantener
fresco y permanente un afecto tan enamorado de una tierra que sólo alimentó (me
apostillan) en sus surcos mis raíces. No pueden entender que, en mis libros,
siempre vaya un poema dedicado al hogar sencillo del interior más calmo y
sincero que, en
Por haber sido sus pechos la fuente primera que
amamantó mi aventura, le dedico unos versos en mi último libro, a la “pastorcita”
más especial que para mí tuvo Aliste en toda su historia. Jesús Hilario
Tundidor, al recibir tan humilde poemario, me expresa su emoción, por descubrir
signos de sintonía con un poema que pariese su ilustre pluma hace años.
De estas cuitas, nace esta necesidad por escribir,
pensando en mi madre, unas letras que puedan recordar, una vez más, a todos los
rapaces y rapazas que por
Mi madre, como toda aquella “rapaciada” de su época,
tuvo la desgracia de pertenecer al grupo más conservador, a la hora de mantener
intactas las costumbres. Pero ella guarda como un tesoro en el rostro, del
padre sol alistano su esencia y del viento rumor que en Peña Mira es un grito, la
piel curtida por su limpieza palpable.
Como mujer alistana, viste con dulzura el conformismo
y cual, si fuera una espiga vital el pasado, acepta sin preguntarse qué hacia
con doce años en aquella soledad del monte, descifrando las primeras incógnitas
de su existencia.
Quizás, al llegar el festejo de Santiago Apóstol, es cuando
más insistentemente aguijonea la sangre las frágiles sedas del alma. Regreso a
Figueruela de Abajo, a revivir el despertar del día, entre sonidos de potes y
perfumes inolvidables de brezos y jaras. Las voces de los abuelos subiendo de
la cocina al “sobrao”, con la magia intocable que sigue bebiendo en el vasar de
los recuerdos, entre neblinas, donde una moral yergue desde siempre sus verdes
junto al fresco portal de la iglesia.
Julio, ya digo, es un mes dolorosamente especial que
me ata inconfundiblemente a Zamora, como me ata en primavera ese incomparable
Miércoles Santo, cuando la noche abre sus carnes oscuras y, embelesados en su
sombra cofrade, silenciosos penitentes se entregan a meditar el camino, la dura
vereda de la verdad y del hombre. Zamora rendida, trasformada en Calvario
inimitable de piedra, lugar amado, como pasión viva, que vuelve, que torna a la
sierra, junto a mi madre, junto a todos los hombres y mujeres que en Aliste fueron
pastores, silenciosos hijos de la madre tierra. Al anochecer cuando “Peña Mira”/ por Aliste clave en el círculo lunar
sus dedos/ escucharé la sinfonía, aullido de los lobos,/ y monte adentro cuando
el terror se pegue/ como huella de cieno a la espalda/ buscaré a mi madre y
gritaré por ella…/
14 de abril de 2025
Más que travesuras
EL CAJÓN DE LOS RUIDOS
Son algo más que pequeñas anécdotas,
más que travesuras propias de adolescentes. No pueden calificarse como insignificantes
incidencias, tratando de justificar la dejadez asombrosa de este tiempo, que ha
ido mutando su escala de valores en esa búsqueda falsa de un aparente sosiego
que nos conduce a un fracaso social sin precedentes.
Algo debemos hacer con premura para
sanear las aulas, erradicando todo tipo de acoso y violencia.
La familia, como núcleo, es un
insustituible bastión educacional, pero posiblemente uno de los problemas
resida en que muchos padres irresponsablemente, haciendo dejación de sus
funciones, colaboran en ese incierto camino de la facilidad, en el que se
gradúan al poco de nacer los más pequeños. Son este tipo de padres
consentidores quienes deberían ser educados, antes que los mozalbetes, por lo
menos para no caer en la trampa que puede cegarles oscureciéndoles la realidad.
Ver a esos progenitores transformados en vulgares matones de la edad media,
cuando el profesor de turno censura cualquier acción de sus niñitos mal
criados, debería, cuando menos, ruborizarnos sin excepción a todos. Los
profesores indiscutiblemente tienen que exhibir dentro de las aulas una
autoridad, que debe ser defendida por todos los mecanismos que sean necesarios,
hasta hacer comprender a esos grupos de pequeños mafiosos adolescentes que la
sociedad tiene elementos para demoler sus bravuconadas.
El profesorado esta sometido a unas
pautas que controlan sus excesos o extralimitaciones dentro del ámbito de la
enseñanza, y ejemplos los hemos conocido de todas clases. Es más, muchos
profesores viven bajo el imperio de un terror paralizante, derivado de esa
violencia sorda que, en determinados centros, extiende su red como una tela de
araña propia de la época cavernícola. Por otro lado, es demasiado fácil que se
suscite, ante cualquier medida disciplinaria, la denuncia que penaliza al profesional,
a veces desde un sinsentido que fragua los demenciales intereses de la masa borreguil
constituida por muchos incompetentes progenitores que tienen a sus hijos por
seres intocables.
Ya sabemos que puede ser muy injusto
generalizar cuando se toca esta complicada temática que cada vez va mostrándose
en casos concretos con más virulencia. Pero si a este acoso sufrido por los
profesores, unimos el que padecen ciertos chavales indefensos, es posible que
este conflicto que pisotea los derechos más básicos de la persona necesite una
rápida actuación de quienes gozan de los privilegios que da el poder
institucional para dictar normas de convivencia.
Los alumnos violentos, pese a sus
acciones reprobables no pueden ser tampoco -por muy bestias que nos parezcan-
desechados socialmente o recluidos, como si fueran perros rabiosos, en
correccionales que, más que educar, pueden marcarlos con la exclusión que encasilla
en lugares sin salida el futuro.
Reconocido esto y, ante la golosina
promocional de un consumismo despiadado, que nos va metiendo en su cadena de
montaje cual si fuéramos auténticos monigotes del ferial capitalista, sólo nos
queda exigir que se establezcan cauces educadores en los cimientos más básicos
de la sociedad; tarea complicada cuando el choque de intereses mercantiles de
todo tipo trata de hacernos partícipes de un plan que promueve la
incomunicación y el egoísmo de fondo, que alimenta estas situaciones tan
lamentables. Lo que se lleva es que para que no nos moleste el nene le arreamos
unas buenas dosis de video-consola o teletontería
y oye… qué tranquilos vivimos.
Publicado en el diario El Adelanto de Salamanca el 11 de octubre del año 2007
18 de febrero de 2025
Roedores en el cine
EL CAJÓN DE LOS RUIDOS
Era
verano. Un día de esos de julio en los que el sol de fuego te quema hasta la
sombra. Como ya tengo aprendido que en esas tardes calurosas, los cines son muy
cómodos para pasar a la fresca dos horas, me fui con un amigo a ver una de esas
películas intranscendentes que valen para entretener el rato sin comerte el
coco.
Mientras daba comienzo la sesión nos dio por
recordar tiempos pasados, en los cuales las salas cinematográficas eran
insoportables por el calor que en ellas se pasaba.
Pues mira por donde, nos quedamos de repente
a oscuras, con las luces de emergencia. Como en todas las salas pasó lo mismo
por un fallo eléctrico, comenzamos a sudar de tal forma que recordamos y
revivimos tiempos anteriores a lo bestia. El gafe de nuestra conversación nos
hizo saber de nuevo que los acomodos de este tiempo nos han hecho frágiles
muñecos de algodón.
A pesar de esta anécdota
defiendo que el cine hoy es un espectáculo sin paliativos. Incluso en una
película mediocre, simplemente por el sonido si la música es medianamente
aceptable, y la fotografía que hoy es más que digna, pues no se pierde el
tiempo. Si por el contrario damos con una de esas cintas inolvidables que todos
los años llegan a las pantallas, pues la diversión es completa e inigualable.
Lo
único que me saca de mis casillas y me desazona, encabronándome, es ese ruido
de bolsas y palomitas que parecen no acabarse nunca. La moda americana de
mascar y roer jodiendo el silencio de los demás, me resulta insoportable. Y
todavía cuando das con gente que tiene cierta educación la cosa es pasable a
medias. Estos aprovechan la música o los efectos especiales ruidosos para
atacar la bolsa de turno con suma rapidez. Pero a otros como les importa un
carajo si molestan o no, van y te mascan como si fuera chicle revenido las
inacabables palomitas, sorbiendo de la maldita paja el refresco como auténticos
gochos de establo.
Por
todo esto, suelo preguntar en taquilla siempre, cuánto tiempo le queda al
largometraje en cartelera, para de esta forma programarme el día en que debo
acudir al cine. De esta manera, tengo la ilusión de acertar quitándome del
medio la molestia de quienes parece que no han comido en la vida.
La
mayoría de las veces me ha salido bien la jugada porque, cuando las películas
llevan mucho tiempo, en la primera sesión se suele estar en familia. Como
además suelo ir justo a la hora que empieza la proyección, escojo un lugar
distante de cualquier ser humano que pueda amenazarme con las rumiantes dentaduras.
El
otro día me salió mal la jugada. Aunque me distancié del personal, empezada la
película llegó una oronda moza que sacó del bolso un hipermercado de chucherías
al por mayor. No tuve más remedio que cambiarme de lugar, con tan mala suerte
que fui a dar con un prójimo señor que habría tenido mala la noche, porque en
cuestión de minutos roncaba resoplando como un poseso. “Las Horas” como obra de
arte merecía toda mi atención. Por eso me fui del cine, regresando al día
siguiente para gozar con tan extraordinaria película.
Pese a
estas molestias inevitables, el cine es un lugar excelente para frecuentar esas
vivencias fantásticas, con las que la vida paraliza sus resortes ante el
espectacular mundo de los sueños.
24 de enero de 2025
Amigo Quintín
EL CAJÓN DE LOS RUIDOS
J. M. Ferreira Cunquero
Hace unos días coincidíamos en ese acto que reunió a tantas gentes de la poesía –cosa desconocida por estos lugares- posicionadas con claridad frente a la guerra. Guerra que nunca llegará a darse en el fondo porque se me antoja imposible calificar como tal a un breve entrenamiento sangriento que se amparará prepotentemente en la descomunal diferencia de fuerzas entre los contendientes. Eso, en castellano, amigo Quintín, tú lo sabes muy bien, se llama masacre, escarnio, desprecio de la vida humana bajo simuladas justificaciones que invocan miedos abstractos e ilusos terrores que ni pintados nacieron en mejor instante para justificar ahora inciertos futuros al gusto o la carta.
En esta tierra nuestra, abrupta, de tercos surcos y encinares viejos, de increíbles celajes que pintan al fondo de los paisajes tristeza, brotan en el tiempo repentinos ramalazos, vetas ocultas con aires caciquiles que ansían aún controlar como entonces la palabra y la vida .
Muchas veces ese personaje ilustre de la vida charra, amigo por siempre eterno de mis mejores horas que es D. Antonio Lucas Verdú, me despiezó con su punzante chispa en tres mil ejemplos de la reciente historia de esta ciudad y provincia, claras pruebas de que siguen vivos y reviviendo los bandos, el puñetazo traidor por la espalda y los listados siniestros, de donde tú, amigo Quintín, va a ser difícil que puedas borrar ya el nombre.
Por eso te he introducido en mi agenda, y he dispuesto que en la casa tu sombra tenga un lugar donde pueda expresarse sin miedo. Alguien que como tú no ha callado ante la lisonja o el ridículo halago de esa pobre troupe de mediocres políticos que estoicamente soporta desde siempre esta tierra, de entrada merece sin reservas mi admiración y respeto.
¿Qué podemos esperar de quienes no son capaces de percibir el trasfondo literario o la creación personal que bucea en el alma sin artilugios o boato oropel que arrodille su honor o la dignidad sin reservas?.
El verdadero trasfondo o el corazón de esta problemática no es otro que esta patología crónica que sufrimos, y que tiene imposible receta cuando no se asimila como un derecho natural del ser humano la libertad de expresar sentimientos sin trabas.
15 de enero de 2025
VAYA TELA
El cajón de los
ruidos
Vaya tela
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| Foto: jmfcunquero |
J. M. Ferreira
Cunquero
La desmemoria tozuda e interesada,
sigue elaborando la improvisación en esa bandurria política que resguarda
acomodando en sus preferencias, a prestigios acusados de llevarse hasta las
velas del velatorio.
¡Oye tú! Que hasta un fiscal
general obvió que llegó a sus manos vía milagrera un móvil, intentando camuflar
posiblemente, sabe Dios que minucias tontorronas. Porque lo del PP fue más
folclórico vía santos inocentes, cuando a martillazos, más que borrar, le
pegaron un palizón a la discografía interna de los pecés.
Pero ahora tenemos en la Codorniz
imaginaria de este tiempo, al partido que gobierna pendiente de los condominios
judiciales, mientras algunos superministros, istras e istres se desdicen
predicando todo tipo de parábolas, homilías y jaculatorias mojigatas.
Lo único que está claro, es que
esta oposición que nos bendice, muestra ciertas blanduras en sus pies de barro,
frente a un político que domina los terrenos de la improvisación como ninguno
antes lo lograra en toda la variopinta etapa democrática.
Al doctor Sánchez, como muy bien
dice Reverte, la oposición solo es capaz de hacerle cosquillas en las duras
sobaqueras, que nadie como él, ha podido curtir a base de un tenaz empeño en
construir su propio personaje.
Y mientras tanto, pues eso, un
hermano con suertuda nos muestra cómo puede encontrase un curre vía Internet,
mientras supuestamente nuestra Moncloa pudo ser oficina de negocietes
familiares a la carta.
Y para colmo del increíble disparate
que vivimos, se anuncian leyes caseras para mantener la cloaca bajo llave, no
vaya a ser que el repugnante hedor a caradura, delate el inmenso morro que se
desparrama como una auto firma de secuaces afortunados que viven a nuestra
costa.
Pues eso, que solo nos queda
seguir bailando sobre el tablero del chachachá gracias a los músicos del ritmo
patrio, que nos tocan hasta el aburrimiento los cachuruelos en la
entrepierna.
28 de diciembre de 2024
Estrategias para conservar el momorrio
Estrategias
para conservar el momorrio
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| Foto: jmfcunquero |
28.12.24
Ostras tú, que cada vez sentimos
con más intensidad que esta clase política de la mamandurria más que aburrirnos nos
asquea. Cosa chunga, al ser en democracia baluartes imprescindibles de la
misma, los políticos que han de dictar, remover y ajustar leyes y derechos.
El caso es que nos encontramos
viviendo el insoportable acto teatral en el que unos y otros andan a la gresca
miserable de la captación permanente de votos. Todo se basa en ir preparando el
mochuelo para aderezar al gusto el potaje electoral.
Ministros que, con una cara dura
que recuerda al hormigón, cambian argumentos según convenga ajustar sus propias
contradicciones al momento que se vive, desdiciéndose e inventando todo tipo de
trácalas con tal de seguir sosteniendo el cuento.
Y del inquilino que hemos metido
en la Moncloa, ¿qué decir? Un tipo que se ha creído el personaje que
interpreta, gracias a la enorme flor que lleva clavada en su mismísimo...
Una flor regada por quienes
mantienen el asqueroso sueño de destruir el estado, gracias a la prebenda de
sus cuatro votos, que en forma de crema aceitosa sostienen lubricadas las
cerraduras palaciegas del momio nacional.
Aquí se han meado en los miles y
miles de muertos de la pandemia los asquerosos medradores de los bajos fondos
más destructivos que podamos imaginar, ya que, mientras el miedo nos cercaba,
los bolsillos de esa banda de hijos de puta bien organizados sacaban el
provecho propio de delincuentes sin conciencia ni humanidad alguna. Y de estas
miserias no escapan como cocineros de las mismas los oscuros meandros del
poder.
Y ahora vemos cómo se amoldan
estrategias para conservar el momorrio, mientras se acomodan a la nueva
situación, que brota de quien en los juzgados ha empezado a cantar el tralará
de las podredumbres gubernamentales que dejan bajo sospecha a las más altas
esferas del hemisferio político.
Pero si miramos hacia la bancada
opositora y abrimos el recuerdo cercano, barcenearemos en otros pozos de
la corrupción que ahora tratan de cubrir, poniendo en su punto de mira con la
máxima acritud a sus rivales, tratando de ganar cacho en esa carrera electoral
que vuelve a ser culpable de este macabro festival del disparate que vivimos.
La derecha tiene un cortocircuito
interno de tal calibre, que su máximo líder necesita un curso de electricidad
intensivo si quiere dar con la cueva donde están instalados los plomos de lo
decente.
Y mientras tanto en Valencia
siguen miles de españoles esperando recoger las migajas que de momento (como
aseguran los damnificados) están perdidas en el laberinto pendular de las
promesas. Los culpables de este desastre moran en los dos ¿grandes partidos?
arropados por los intereses que dan soporte a una situación que nos hace sentir
cada vez con más intensidad que nos siguen tomando por gilipollas.
El caso es que el panorama que
tenemos en el horizonte cercano es demasiado preocupante, ya que el sostén de
la gobernabilidad de España está en manos de los extremos. Ahora mismo el PSOE
depende de la extrema derecha catalana para seguir manejando el carrusel de
nuestras desgracias, mientras en la oposición el PP sigue dándole aliento a la
otra extremidad derechosa, que crece hacia el visagreo político, que en
definitiva (bajo el engaño democrático de las listas cerradas del compadreo)
cogerá las riendas de la burra poltronera no tardando demasiado tiempo.
24 de diciembre de 2024
AL OTRO LADO DE LA NAVIDAD
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| Foto: JALL |
Al otro lado de la Navidad
·
J.M. Ferreira Cunquero*
Estas fechas tan entrañables para el reencuentro,
nos motivan a desearle a todo el mundo salud y felicidad, adornándonos con
palabras que pueden hacernos suponer que todos somos repentinamente buenos. Sin
embargo, estos días no cambiarán realmente las cosas, pues el espíritu
navideño, no es más que una diminuta tregua que viene a endulzar cíclicamente
de una forma ficticia nuestra moldeable conducta. Puede pasar, incluso, que montemos
un escandaloso follón en plena cena, si a la cuñada respectiva le da por reiniciar
la conversación en el punto que terminara la del año precedente, cuando le
pisamos el orgullo en aquella bronca que nos aderezó el tintorro de conocida
marca.
Pese a estas anécdotas que no van más allá del puro
trámite de final de año, existe otra Navidad profunda que suele helarnos la
blandura del corazón por estas fechas. Desgraciadamente sólo por estas fechas. Esa
Navidad soporta ruidos de sables en tenebrosos cuarteles donde al hombre le siegan
la palabra o perseguida la conciencia le trituran la poca dignidad que aún
pueda quedarle. Navidad en los mugrientos antros donde los jóvenes de cartón ansían
inyecciones urgentes de soledad y miseria. Navidad en los pobres surcos palestinos
donde ha clavado sus aguijones injustamente una guerra para que infelices los
niños se doctoren en odio. Navidad en las enmoquetadas oficinas donde empurados
y decentes los dueños del mundo esbozarán los proyectos cual trampas que cercan
y cazan si falta hiciera con el dolor del hombre el beneficio ansiado. Navidad de
solitarios viejos que sin compaña alguna se nos mueren entre maletas vaciadas
sutilmente por el recuerdo. Navidad en las pateras que llegan limosneando a la
costa la ficticia ilusión del consumo. Navidad en los ajados rincones donde al
hombre torturado le sellan el grito o la hambruna resuelve sin corazón el final
de la vida.
La Navidad consigue por sí misma en certeros instantes,
silencios únicos que acogen el tañir de invisibles campanas que existen en los
poblados que habita con intensidad
La Navidad horizontalmente alarga un eco interminable
que pregona por todos los confines el dolor de las madres que abrazan, a los
hijos más fríos, que haya helado jamás con su aliento
Son estas, fechas que remarcan en su orla peculiar el
olor de la ausencia y ese condimento que podría sazonar nuestra razón, con la
fuerza real que exigiera a quienes ostentan el poder en nuestro nombre, que
expandan y refuercen, el compromiso de lucha contra cualquier signo miserable
que establezca
Pero también la Navidad auspicia el calor familiar
que nos reúne y nos abre las páginas de tantos avatares y vivencias, que la
nostalgia nos muestra, mejor que nunca, en estos días, lo endebles que somos en
las manos del tiempo.
8 de diciembre de 2024
Recordando a un franciscano que murió en Damasco: POBRE Y DESAMPARADA SIRIA
![]() |
| Con fray Romualdo en los aledaños de la la Sierra de Gredos |
Hay quienes piensan que, una vez derrocado el dictador sirio, llegan los demócratas. Me pregunto qué será ahora de los cristianos.
Los hijos del Santo de Asís llevan cientos de años en aquella tierra. Son dueños de unas propiedades adquiridas a lo largo del tiempo. Sus iglesias han convivido al lado de las mezquitas, siendo muy respetados por su labor por el resto de religiones que allí han convivido sin problema alguno. En la tv Al Jazeera hemos podido ver cómo Damasco muestra sus calles llenas de gente que festeja este momento. Lo importante es que se ve la ciudad tranquila.
Esperemos que sea para mejor este cambio, pero que nadie piense
que la democracia, como la entendemos nosotros, va a llegar por medio de las
armas.
Ahora estarán todos los países vecinos pendientes de meter sus uñas para rascar el oro de las oportunidades y cobrar viejas facturas.
Con Israel y Turquía a la cabeza, el enjambre de intereses
que ha llevado a Siria de desastre en desastre a lo largo de su historia, afila sus dientes…
Qué pena que un país tan hermoso, tan empachado de tradición y arte, lo hayamos dejado destruir entre todos de una forma tan miserable. Qué pena me dan los pobres sirios que regresarán desde los campos de refugiados a las escombreras de Alepo…
Qué triste que las miserias humanas sigan propugnando
gobernantes de estratagemas oscuras borrachas de odio.
Hoy rezaré por Siria recordando a mi primo Romualdo que dejó
su vida en aquella tierra, por la que dio y se dio con cuanto tuvo al lado de
los franciscanos.
A pocos días del noveno aniversario de su muerte en Damasco, resplandece su mensaje de paz y denuncia: https://www.youtube.com/watch?v=rUXxYD7-Ki0
27 de noviembre de 2024
UN PROYECTO PARA EL HOMBRE
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| Aledaños de Proyecto Hombre Salamanca - Foto jmfc |
UN PROYECTO PARA EL HOMBRE
Los datos sobre el consumo de droga nos
desvelan fríamente que esta sociedad del primero de los mundos soporta unas
fisuras que retratan fidedignamente su pastosa hipocresía. Saber que el consumo
del polvo blanco asesino cada vez clava con más insistencia su poder demoledor
en la juventud de este tiempo es para empezar a plantearse, con profunda
seriedad, otras formas de rechazo más creativas que combatan esas estructuras
organizadas que distribuyen y alientan el deseo irresistible de caer en ese
pozo, donde la personalidad del ser humano se destruye, hasta tal punto, que a
veces sólo queda como solución olvidarse del problema, abandonando a su suerte
a quienes han caído en la poderosa tela de araña.
No podemos estar tranquilos sabiendo
que la cocaína empieza a ser consumida por chavales de quince años que, sumidos
en las primeras trampas excitadoras de este
estupefaciente, acaban regalando la vida por esos instantes que enredan la
ficticia necesidad de dar salida a problemáticas sociales que hemos ido creado
entre todos.
Algo más debe hacerse para impedir
que los cimientos de la colectividad sufran de forma tan fácil las embestidas
de las tramas internacionales, que mueven miles de millones de euros a costa de
la salud y la vida del hombre.
La droga de este tiempo ya no marca necesariamente
el aspecto ni la apariencia física de los consumidores. Esto hace más difícil
detectar el problema, impidiendo ponernos en guardia cuando comienza el plan
invasor a destrozarnos la convivencia con ese ser querido, que ha sido cercado
por la blancura traidora. Cuando los
hilos invisibles de la droga entumecen la afectividad y ese ligazón necesario
para crecer al lado de la familia, se genera la autodestrucción del individuo
como persona, surgiendo una inevitable impotencia al no ser capaces de resolver
la dura situación, taponados quizás por ese falso supuesto que nos hacía
suponer que la droga sólo causa problemas en otros lugares y a otra gente que
nada tiene que ver con nosotros.
Por esto es imprescindible reconocer
y publicitar la extraordinaria labor que desde hace más de veinte años viene
desarrollando en nuestro país Proyecto Hombre. Su demostrada eficacia y sobre
todo su alentadora invitación a recoger con el abrazo sincero a quienes han
sido conquistados por la homicida enredadera mortal, es para plantearnos
seriamente que hemos de hacer todo lo posible para animar al menos a que no
decaiga la encomiable labor humana de este colectivo altruista.
De la mano del presidente de Proyecto
Hombre en Salamanca, Manuel Muiños, he visitado el centro que, desde hace cerca
de dos años, es punto de referencia en la ciudad del Tormes cuando hablamos de
esta difícil y a veces incomprendida problemática.
Es interesante conocer cómo Proyecto
Hombre desarrolla sus actividades, bajo la supervisión constante de los
terapeutas que se han especializado, más allá de los títulos académicos, en la
realidad de la enseñanza que nace de la experiencia de la organización y a
través del contacto y la convivencia cercana y constante con los enfermos, que
se acercan a Proyecto Hombre buscando su tabla de salvación para salir de ese
inmenso océano de tinieblas donde han sido sumidos.
Es impresionante apreciar en los
chavales a primera vista el brillo de la esperanza en sus ojos, entregados a
buscar algo más que la comprensión de quienes llegamos allí por casualidad o a
conciencia. El lugar y sus condicionantes pueden ser la respuesta que debe
darse al problema, cuando éste ha inyectado su intransigente poderío. Por ello
es mucho más que hermoso escuchar en un sacerdote como Manuel Muiños que la
eucaristía es el motor fundamental que fortalece su pulso sin temblor a la hora
de enfrentarse con sinceridad a esta complicada tarea. Hemos de considerar aún
más el mérito en este joven cura, cuando Proyecto Hombre es una organización
aconfesional, donde lo importante no es el hecho religioso, sino el compromiso
de ayudar a crecer como personas a quienes necesitan el preciso empujón para
volver a morder la vida con entusiasmo.
El éxito de Proyecto Hombre en cuanto a resultados se
consolida en su metódica organización. Cual si fuera un reloj colectivo,
internos y terapeutas marcan los ritmos de la convivencia que busca, desde la
terapia de grupo y la autoayuda sin contemplaciones, que entre los habitantes
del espacio solidario, en igualdad de condiciones y siempre bajo el respeto de
las normas que regulan toda la actividad, se fomente con claridad el deseo de reinserción
en esta hipócrita sociedad, que sigue mirándose el ombligo mientras es atacada
con la virulencia silenciosa por quienes sólo pueden vivir respirando el aire
asqueroso del dinero.
Otra de las sensaciones más intensas
que uno obtiene, al conocer Proyecto Hombre, es que sus cimientos se fortalecen
en lo práctico desde una ilusión colectiva, que va remendando las imperiosas
necesidades que la organización sufre por alzar su frente con la verdad de una
seria obligación, que desafía altruistamente lo que las instituciones son
incapaces de realizar y conseguir aunque ostenten la obligación moral de dar
respuesta a este desgraciado avance del consumo de droga en nuestro país.
Aunque las ayudas empiecen a llegar
a Proyecto Hombre, conseguir más de cuarenta millones de las socorridas pesetas
(para entendernos) cada año, es para pensar que la magia de esta gente
comprometida es la que solventa lo que se me antoja que debería estar
solucionado definitivamente, a priori por quienes tienen la responsabilidad de salvaguardarnos
el derecho a la
Lo grandioso es que cuando Manuel Muiños, como máximo
responsable de Proyecto Hombre en Salamanca, se refiere al tema económico, él
se escapa hacia los paisajes de los anhelos, haciéndome saber que cada día un
voluntario llega desde la calle para dormir junto a los internos en ese afán
por conseguir que los chicos no pierdan el contacto con la sociedad, que sigue
con todos los defectos y virtudes esperándoles fuera. Muiños le da importancia
a los cerca de ciento setenta residentes que han pasado, a lo largo de este
tiempo, por Proyecto Hombre en la ciudad charra. Sus ojos de incombustible cura
se iluminan con más fuerza cuando rememora los éxitos de quienes lograron vestir
de nuevo la dignidad para enfrentarse con ilusión remozada al futuro.
Es importante que todos sepamos que
Proyecto Hombre tiene las puertas abiertas a cualquier ser humano que necesite
comprensión y ayuda para resolver su adición u otros tipos de marginaciones o
desventajas sociales, que mermen su derecho a ser hombre en igualdad de
condiciones con sus semejantes.
Cuando me despido de Manuel Muiños,
haciéndole ver mi reconocimiento a todo lo que hacen, en la modélica
institución que él preside, contra la droga, me doy cuenta que está lejos ya de
mis palabras. En el calmo jardín que circunda el amplio edificio, dos chavales
con la mirada perdida en la ausencia han llegado reclamando su ayuda.
Camino de la ciudad me conquista la
extraña sensación de haber tocado con los dedos del alma la pulpa especial de
un atardecer para siempre inolvidable.
Publicado en el diario
El Mundo de Castilla y León en el año 2005
13 de octubre de 2024
LA MENTIRA VISTE DE AZUL LOS ASENTAJOS DEL CONGRESO
J. M. Ferreira Cunquero
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| Foto: jmfc |
¡Ostras tío! Hasta José Luis
Cebrián, el que fuera director y fundador de El País, ha puesto a caer de un
burro al gran mentiroso que tenemos momentáneamente de inquilino en la Moncloa.
Ha dicho el experto periodista que
el doctor Sánchez está protegido por los votos que salen de los grupos parlamentarios
racistas, istas, istas, sin dejar de lado a la extrema derecha catalana. Por
esto cuando habla el doctor trolero moncloino de la extrema derecha española,
da grima que ponga en olvido que él sigue en la Moncloa gracias a los extremistas
derechosos catalanes, dirigidos desde el extranjero por un delincuente que maneja
ahora mismo junto a los descendientes de ETA este país.
La gente de izquierdas no vamos a
olvidar lo que este tipo, que miente antes de hablar, hizo recientemente con el Sahara
en favor de un país que nos tiene cogido por los wuevos, vete a saber por que causa… ¿o se conoce y la callan los lugartenientes de la traca trolera?
Lo del pueblo saharaui abandonado
a su suerte por este gobierno de la yenca (izquierda, izquierda, derecha,
derecha…) ya lo he dicho en otras ocasiones, para muchos, muchísimos
rojillos decentes, será recordado como la gran bajada de pantalones ante un rey africano, a cuenta, repito, de vete a saber de que deslices con
sabor a bajos fondos.
Por esto, para mí los troleras de
turno y toda la caterva de mariachis soplagaitas, dejaron de ser de izquierdas
para formar parte de la casta que mantenemos los paganos del convite, cual si
fuéramos los bobarras del invento.
Claro que al ver y escuchar a
Alfonso Guerra y a Felipe González lo que opinan sobre estos mendas de la
bancada azul, vuelves al raciocinio, dándote cuenta de que quienes han cambiado
la música, son aquellos que de un día para otro, modifican lo que han de
revender en la feria de las exigencias chantajistas, haciendo el ridículo
parlamentario, una y otra vez con decenas de leyes que no son aprobadas a causa
de quienes comparten el pastel del momio político, a base de ociosos intereses
repugnantes.
Mantenerse en la silla es vital
para quienes saben que en unas próximas elecciones lo de tener coche oficial
será un sueño increíble del pasado…
Pero claro, al otro lado tenemos a
ese PP estratosféricamente atolondrado, que parece ser que sigue jugando al
parchís de los necios, cuando se desdice de lo que firma, sin ceses, ni
responsabilidad política alguna. Y es que, si recordamos sus corruptelas del
pasado y el machaque a martillazos de los discos duros para escamotear pruebas,
da cosa pensar por mucho que nos laven el cerebro, que pueden volver a las
andadas como si tal cosa al tocar el pelo del poder.
Empiezo a pensar que seguramente
sea el único tontarra que se traga todos los plenos de los miércoles, por
aquello de que no me apetece que nadie me cuente lo que prefiero juzgar, aunque
sea encambronándome conmigo mismo al ver la tv en casa.
Viendo a toda esa panda de charlatanes,
se me hace imposible recordar las tardes madrileñas con las calles medio vacías en
los primeros años de la democracia, cuando la gente tenía hambre de escuchar a
aquellos políticos inolvidables. Da igual recordar a diestros o rogelios.
Todos daban la nota desde postulados distintos, a la hora de defender y aunar
esfuerzos, para acabar con el atasco que sufría este país después de una
dictadura férrea y larga del franquismo, cual ayuno cuaresmal a la antigua.
El parlamento ahora es un despropósito en el que la montonera de indoctos están manejando las riendas de nuestros intereses. Si el que interpela pregunta por manzanas, el ministro aludido responde que el farinato con huevos es un manjar de dioses. Y tal diálogo de cabestros, para rematar el festival de los tontos, es aplaudido por los afines, elevando el esperpento al culmen de los despropósitos.
No soy capaz de adivinar hasta
donde puede llegar este tren interminable de las infamias manejado por los
secuaces maquinistas del embuste… no sé, como esta democracia puede permitirse
el lujo de que un gobierno y todos sus resortes, se pongan a defender con mi
pasta a una señora particular, que evidentemente está marcada por las pruebas que
resaltan su firma en unas cartas, cuando menos de forma asquerosa. Otra cosa es
que quede libre de culpa, lo que que me importa una perrunilla untada en el
barrizal de los conformismos, porque nadie podrá borrar el hecho más que
comprobado, de un fétido olor a metedura de pata con acompañamientos musicales de
colegas y arrimados.
Y seguramente lo más demencial es
que quienes fabrican el lodo de los bulos (véase a la ministra de la alegría
hace unas fechas y a sus compis de bancada), se empiezan a creer que en democracia
pueden acabar con la prensa que les contradice, mientras tratan de acomodar la justicia
a sus feudales intereses.
Como muy bien afirma Felipe
González, nosotros no hemos cambiado para seguir manteniendo el compromiso
izquierdoso que delata nuestro pobre pellejo de andaduras. Quienes han cambiado
dando tumbos cada cuarto de hora, son aquellos que se dejan manejar por un delincuente
bajo el asqueroso y bochornoso chantaje de 7 votos.
11 de octubre de 2024
| Pintura iglesia Campo de los Pastores de Belén. Tierra Sabnta. jmfc |
El obispo y un desconocido mozalbete
Cuando el despiste y la incongruencia
rondan los balcones de lo absurdo
aparece la injusticia como signo
del debate que no tiene explicación.
Del
cuadernillo “el arte de ser don nadie”
jmfc
Desconozco si un obispo, por ostentar tal cargo, puede tener
la conciencia tranquila después de negarle a una de sus ovejas cofrades la hierba
y el cerco, mientras a otras, diligentemente, les abre, como si tal cosa, el
portón del prado. Parece ser que lo que para unos fue férreamente exigible, para
otros es nimio e innecesario papeleo. Vamos, que queda más que claro, que el
pastor sigue lamentablemente despistado y algo olvidadizo.
Pero celebro que, lo que no pudo ser con la Franciscana, florezca
ahora desde el pequeño atisbo de sensatez que demandamos para nosotros en su
día. Lo que se desconoce es si tal cosa ha sido posible gracias a que las cacatúas
iletradas, que pudieran asesorar entonces, han dejado de creerse que ostentan
el poder de los necios o si tal cosa acaeció por algún tipo de carraspera o
crisis gargantológica.
Lo importante es que me complace que lo que se le pidió al
obispo en su día ahora otra Hermandad hermana lo haya obtenido sin mayor problema.
Claro que tendría que darse alguna explicación que deshaga el maligno
pensamiento que da a entender un afán vengativo en quienes no soportan que la
lengua salga a hacer footing a su gusto por los territorios de la verdad.
Pero, sobre este entretenido asunto, volveré cuando me plazca,
pues las pruebas escritas acomodarán el interés que demande en cualquier
momento retirar el apósito que sigue cubriendo con suma diligencia la herida. Y
es que lo escrito sigue inalterable como marca testifical o probatoria de lo
que sin duda podría afirmarse ante el mismísimo gallo que desgraciadamente sigue
en la madrugada de los despropósitos cacareando más de dos veces.
El caso es que prefiero por ahora dejar en olvido esta
historieta que rescata a los personajes del TBO, para recordar un atardecer de
principios de verano, cuando un mozalbete desconocido me abordó en la puerta de
un templo después de haber participado en un acontecimiento literario. Me
recriminó, algo enfadado, que en mi pregón de la Semana Santa del año 2015
obviase mencionar la imagen que, según él, es la más agraciada e importante de
cuantas procesionan en los días santos por nuestra ciudad. Sin dejarme abrir la
boca, aludió a mi desconocimiento y al mal gusto que defiendo a la hora de
resaltar la importancia de otras tallas mucho menos carismáticas que la que a
él le tiene embelesado.
Lo único que le contesté, como ya he hecho en otras
ocasiones, es que en mi pregón mencioné absolutamente todas y cada una de las
imágenes que forman parte de nuestras procesiones. Al recomendarle que se
leyese mi pregón, vino a decirme que otros pregoneros hicieron lo propio, tiempos
atrás, al escamotear palabras que estaban escritas cuando se vieron delante de
la gente.
La verdad es que el empecinado mozo me hizo sudar, pero dado
su empeño en contrariarme, busqué mi pregón en Internet, encontrando con suma premura
esa parte donde la imagen tan importante para él, era mencionada…
Al quedarse sin palabras, simplemente le hice saber que mi intervención
estaba colgada en YouTube por dos entidades y que a uno de los pregones grabado
en el Liceo (desconozco la razón) le faltaba una pequeña parte. Muy contrariado
se despidió dándome la mano mientras me aseguraba que le haría llegar lo que
acababa de descubrir a los amigotes que, parece ser, alimentaban como él un
gran enfado contra este pobre escribidor de pequeñas cosas.
Este hecho vuelve a abrir ese bote de esencias que guarda
viejas rencillas, chismes y bulos que escrituran facturas y malos entendidos. Pero,
por otro lado, estas cuestiones de las pasiones humanas y mundanas viven entre
nosotros viajando como cosa nuestra en las mochilas de los sentimientos.
El caso es que aquí seguimos iniciando un nuevo curso en este
espacio que lleva el marchamo de la libertad como consigna de su andadura, para
que la palabra pese a quien pese, siga explorando los caminos de la verdad, que
más allá de la mía, es la de quienes, opinando de otra forma, tienen el valor
de colaborar en estas páginas que tratan de exponer una pluralidad de sabores y
tonos cofrades por medio de la opinión…












