Publicado en Amazon, se puede adquirir a través del siguiente enlace: GEOMETRÍA DEL ENCUENTRO
V
A
mi lado te sientas y me miras
dejando
que sea yo quien te interrogue.
¿Por
qué no me abandonas y te marchas
después
de haber vendido cuanto tuve?
Arruinado,
la pena es mi suplicio
porque
nadie me presta ya el abrazo
ni
siento el calor sobre mis hombros
de
unas manos que siembren la ternura.
Cuando
mi indumentaria es el ocaso
y
no hay sol que ilumine mis balcones,
¿por
qué llegas, Señor, como el amigo
a
decirme en silencio que aún me quieres?
Si
he tirado la hacienda que me diste
al
inútil cuenco del placer baldío,
¿por
qué no me señalas y me dices
que
esta herida sin ti no tiene cura?
Sin
hablarme, Señor, porque me entiendes
asumes
y recoges mi tristeza
y
mirando a mis ojos dulcemente
me siembras el anhelo de seguirte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario