8 de noviembre de 2013

EL ESTADO DEL BIEN ESTÁN II

De coña se nos ha puesto la justicia al irse de cachondeo con cierta rondalla de políticos que suelen dar, en cuanto pueden, la serenata de su inocencia. Y para que no se descompense el peso en el camastro, es norma de la casa que aparezca el doméstico medio informativo que subsiste dando la teta con su tinta a toda esta jarca de pesebreros y gentes del bien vivir.
Da igual que tengamos claro que un ilustre chorizo de alta alcurnia metiera la mano en el mondongo pesetero,  para que este, pobrecillo, se descojone de nosotros, con los plazos que se mueren presa de la risa en los juzgados. Se trata de que al pasar el tiempo algunas señorías tontorronamente se van poniendo olvidadizas y cuando se quiere juzgar ya no procede.
El caso es que aquí nos han trincado la cosecha de la espiga y ahora el pan se confecciona con un poco de aire y tres susurros.
De todos modos no hay que preocuparse, pues pronto llegará la bulla de los descamisados jornaleros, que tirándose al monte electoral harán que los acólitos desempolven y agiten las banderas como señal de que torna por costumbre el carnaval donde se vende a granel la desmemoria.
Y es que si por un momento los mentirosos de la política padeciesen la peculiar desgracia que sufrió el pobre Pinocho, veríamos por ahí trotando dilatadas narizotas, cual si fueran cucañas engrasadas para festejar al patrón en cualquier barrio. Por esto es recomendable acudir a las hemerotecas y observar cómo se marcaban hace pocas fechas los que ahora andan gobernando un chotis bien palpable encima de un ladrillo.
Pero que no traten de montarse ningún ferial, leyendo estas letras, los de las bancadas que en frente nos pusieron otro circo con las chorradas ministeriales, que fueron algo más que chatarra palabrera.
El caso es que (como decía nuestro Félix Grande en uno de sus más aclamados y certeros poemas titulado Los de siempre), los que chupan a morro de la bota andan a lo suyo, mientras abajo, andariegos, seis millones de españoles ya ni llaman a las puertas del trabajo para no hacer el enésimo ridículo.
Para mí que este estado del bien están, merece por lo menos otros surcos de palabras, pues hay que echarle un vistazo al sembrado de los recortes y al pinar de los chollos donde, al lado, nos ha crecido el sauce que a chorro llora incongruencias. Un árbol que en plena crisis, cuando todo el personal anda jodido, se ha cargado de euros más gordos que manzanas, para que se nutran -fíjate tú-, mediando cuatro días, los buches políticos que en nuestro nombre, (¡bendito sea el dios de las trastadas!) nos dejaran a la intemperie en pelotas.

Publicado en Salamancartv http://www.salamancartv.com/contributorpost/el-estado-del-bien-estan-ii/


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