J. M. Ferreira Cunquero
Desde la necedad más absoluta, es
fácil escuchar todavía aquello de que la gente se engancha a las drogas por
puro vicio. Vamos, que quedar sometido a una patología que sesga la dignidad del
individuo, jodiéndole la vida, es un placer que se busca porque mola cagarla. Afirmaciones
como estas, solo sirven para apuntalar ese estado ambiguo de la hipocresía
donde nadan, con empecinada obstinación, los intocables representantes de la
moralina, envasada con su correspondiente guarnición, de arcaicas creencias
fuera de cacho.
Por esto, más gente de la que creemos
ve cómo se les demuelen sus estructuras morales, cuando descubren (demasiado
tarde) que la droga, con toda su parafernalia de oscurantismo, ha traspasado el
bunker familiar, tan silenciosamente, que ya está sentada a la mesa esperando
los postres. Entonces, ante el espejo de la verdad que suele mofarse de
nosotros, descubrimos como pobres idiotas, que ni de coña éramos los dioses del
poblado.
Ahí empieza una de las
metamorfosis más duras que pueden vivirse, no por haber descubierto nuestra
confusión frente al mundo de las drogas, sino por esa incapacidad que nos
atenaza frente a un problema extraordinariamente manipulador y engañoso.
Da rabia, mucha rabia, que una
ONG como Proyecto Hombre no sea, en este tiempo, en el que la droga ha
conquistado más espacio que nunca, valorada como se merece. Mantener dos
centros en Salamanca, que prestan una labor encomiable en el terreno de las
adicciones de todo tipo, con las dificultades añadidas del momento económico que
padecemos, merece cuando menos nuestra curiosidad. La misma que debemos mantener
con otras ONG, en las que puede darse, sin que lo sepamos, que estemos contribuyendo
a que los cuatro tragones de siempre se lo sigan montando.
La transparencia en Proyecto
Hombre es su marca de garantía, como no puede ser de otra forma para una ONG
que, de entrada, puede recibir el rechazo.
Es por esto por lo que en
Salamanca un grupo de poetas, nos hemos declarado contra las drogas, apostando
por Proyecto Hombre. Pero eso para otro día…
Publicado en el diario El Adelanto de Salamanca y en el de Zamora 03.05.13
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