15 de marzo de 2013

UNA DE LOBOS (II)





J. M. Ferreira Cunquero
 Castro de Figueruela de Abajo (Zamora)
Al llegar a Alcañices, mi tío reclamó ante el alcalde un medio de transporte para llegar al pueblo. El salvoconducto que portaba, en época de guerra, exigía su cumplimiento.
El edil le ofreció pernoctar aquella noche en su casa, pues no había ningún vehículo para cumplir su demanda. Pero el deseo por llegar a Figueruela de Abajo era tan agudo que pidió que se le prestase un asno, que devolvería cuando regresase, en apenas unos días.
Y así fue como emprendió aquel recorrido en una noche del verano del treinta y ocho bajo un cielo espectacularmente estrellado.
Al salir al camino que une Mahíde con Figueruela de Arriba, muy avanzada la noche, el burro clavó las pezuñas al suelo, presintiendo la lobada. Mi tío no tardó en ver las cinco terroríficas sombras de los cánidos que aparecían y se esfumaban entre los jarales. Acarició al burro y desabrochando la canana acarició la pistola. Llegó a apuntar a uno de los lobos, que se subió a la linde empedrada de una cortina, pero no disparó. Su estrategia le hacía ser comedido, para sacarle tajada a aquella situación tan alucinante para él. Lo importante era que los lobos no se fueran.
Aquella compaña tenía que llegar hasta las inmediaciones del pueblo, incluso tenía previsto el lugar exacto donde mataría a una de aquellas fieras.
El caso es que, en un momento dado, el nerviosismo le hizo acelerar su hazaña. Apuntó a uno de los lobos apretando el gatillo con fuerza…
Al encasquillarse la pistola, un sudor frío le sacudió todo el cuerpo. El pánico de la indefensión total le abrazó repentinamente de tal forma que creyó no superar el instante.
Su silencio se transformó en vocerío, al que para suerte suya respondieron inmediatamente, como solía ocurrir, los pastorcicos que en aquellos años guardaban junto a los perros los rebaños en el monte.
Historias como estas, mezcladas en amasijo de leyendas e intentos literarios, posiblemente aderecen ese odio amoroso por uno de los animales más bellos de la serranía española: El Lobo.
Publicado en el diario El Adelanto de Salamanca y en el de zamora 15.03.13

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