25 de octubre de 2009

SIEMPRE EN EL RECUERDO



J. M. Ferreira Cunquero

Los libros, al ser acariciados bajo el hechizo del tiempo, recobran en nuestras manos esa vida que nos regala el sueño de los autores que ansiaron relacionarse, algún día, con nosotros.
Esta puede ser una de las intenciones que lleva el libro que se presenta esta tarde en la Universidad Pontificia, con el titulo Francisco Rodríguez Pascual, siempre en el recuerdo. Un homenaje que firman veintitrés personas cercanas a este hombre excepcional que irradia, desde el recuerdo permanente, la extraña sensación de seguir aquí, junto a nosotros, llenando los espacios con cercanía de personaje irrepetible.
Editado por la Tertulia Cofrade Pasión (de la que fue socio y capellán), con el apoyo del Ayuntamiento de Salamanca y la colaboración de la Universidad Pontificia (su casa), este volumen alberga la pretensión de aportar diversos e interesantes puntos de vista sobre este ilustre hijo de la tierra zamorana, que fue incombustible y polifacético hombre de acción y de letras. Se trata de reconocer y proclamar, por medio de la palabra, con la que él nos ilustró tantas veces, la huella imborrable de esa impronta de hombre de bien que marcó su vida desde el espíritu religioso, para acometer la misión de mostrarnos su intachable anhelo humanista.
Por casualidad, acabo de descubrir en Internet un artículo publicado en la Opinión de Zamora en el año 2006. Aunque no lleva firma alguna, he comprobado en mis archivos, que lo escribí cuando Rodríguez Pascual acababa de ser nombrado Socio Correspondente del Instituto Histórico e Geográfico do Río Grande do Norte, alta distinción que se concede en Brasil y que está considerada como una de las más prestigiosas del mundo académico.
En ese artículo reprocho, como ya lo había hecho en otras ocasiones, aquel estado de parsimonia, que tejió por dejadez inexplicables brumas sobre la ciudad del Duero, donde fue ignorado, con cierto tufillo a desconsideración recelosa, quien por aquella tierra lo había dado todo.
Pero la realidad es que, mientras Zamora se agazapaba en sus asuntos, los homenajes y reconocimientos hacia nuestro personaje se sucedían en Portugal y Salamanca. Aquí fue agasajado por sus cincuenta años como periodista, en un acto memorable que tuvo lugar en la Casa de las Conchas con la presentación del libro Don de la palabra, periodismo y antropología, que recopila una selección de artículos publicados por Francisco Rodríguez Pascual durante su dilatada vinculación a la prensa escrita. Más tarde su aportación investigadora, dentro del interesante campo de la religiosidad popular, motivó a la Tertulia Cofrade Pasión a promover otro homenaje. A éste se sumó el mundo cofrade de la Semana Santa salmantina, a través de su Junta, para reconocer los méritos de este sacerdote claretiano, que supo defender como pocos las expresiones públicas de la fe dentro de nuestra Iglesia.
Pero sobre todo fue su pueblo, Carbajales de Alba, el que tocó el corazón de nuestro hombre, cuando le mostró su cariño y agradecimiento por haber divulgado por todo el mundo, la pasión por su tierra.
Ahora, el libro que hoy presentamos quiere expresar, desde el recuerdo, algunas de las virtudes que, en Francisco Rodríguez Pascual, emergían con la misma sencillez costumbrista de los arraigos, que él trató de descubrirnos a través de sus investigaciones. Seguramente esa humildad que mamó de la tierra carbajalina hizo posible su lucha por descubrirnos la riqueza del patrimonio tradicional, que marca con honda raíz el carácter del pueblo.
Tan excepcional fue este amigo, que su viaje hacia el encuentro con el Padre fue una lección soberbia de cómo se puede partir con dignidad de este mundo, después de haberse enfrentado, por medio de la fe, a pecho descubierto con la muerte.

Publicado en el diario El Adelanto de Salamanca el jueves 22.10.09

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