26 de junio de 2009

LUMBRES VERANIEGAS

J. M. Ferreira Cunquero


A estas alturas, no hace falta que nos cuenten la batallita de que los impuestos son indispensables para mantener los servicios básicos y precisos para que la ciudad funcione con ciertas garantías. Esto es de Perogrullo. Y si alguien no se entera de este apunte, que nos exige mantener la cosa pública, la maquinaria recaudatoria que para tal fin está bien engrasada ya se encargará en forma de recargo de ponerle al corriente.
El problema surge cuando se hace palpable esa sensación de que nuestro dinero no se gestiona, en algunas ocasiones, con la seriedad que se merece nuestra participación en el cotarro. Y no me refiero a que se acometan, bajo el énfasis del desmadre prepotente, obras innecesarias, o que se dilapide nuestro erario con cierta ligereza, que también hay algo de eso. No. Lo que más incomoda es el gasto surgido de decisiones políticas poco pensadas, que nos meten en la imparable obligación de tirar del raquítico fondo que enmienda la algarabía y el alegrón, parcheando, más que necesidades, arrebatos incontenibles en quienes se permiten ciertos lujos a nuestra costa. Son tantos los ejemplos de esta índole, que nos ha crecido la chepa hasta doblarnos la espalda de nuestra opinión, cuando caemos en la cuenta de que sólo servimos para algo, cuando se guarda en los baúles políticos el chaqueteo encorbatado que da el cante en temporada de urnas.
De todos modos, recordar que nos costó medio riñón resarcir deudas con olor a muralla antigua o fastas citas inolvidables, no es más que un inútil ejercicio de dar golpes inocuos sobre el yunque inhábil donde se dilata, hasta disolverse, nuestra paciencia.
Lo importante ahora es que el verano ya está aquí, arreando como es debido para contrariar a quienes afirman cada temporada que no hace tanto calor como antes. Es la misma historia que en el invierno resucita benditas épocas heladoras de otros años en que los abrigos de miseria, o los braseros de cisco no podían combatir como ahora las tiritonas.
A un servidor lo que sí le preocupa es que este fuego repentino nos amuele los brotes verdes del misterioso jardín que, por más que es escudriñado, nadie ha dado con, él ni por puñetera casualidad. Pero, que hay brotes verdes en algún lugar, esperando dar la gran cosecha del siglo, lo doy por hecho. La boñiga con envoltura oficial, desparramada sobre el terruño, no puede ser mejor nutriente para que nos eclosione la espiga apenas nos demos cuenta. Que luego el pan, nos valga o no para acompañar la morcilla, dependerá de otros factores extraños y ajenos a nuestra confianza. Y es que la leña internacional de los enmarañados bosques financieros, apenas nos distraigamos, puede jodernos la hogaza en este horno, atizado por las pueriles conjeturas de tanto panadero incongruente.
El verano, este verano, da la impresión (según los partes meteorológicos supuestamente infalibles) que nos va a meter en el palmito hartazgos de calenturas irremediables, que ni el aire acondicionado de nuestra prudencia va a poder mitigar. Contra los fuelles que resoplan sobre la fogata política poco podemos hacer, pues ni la sombra de los chamizos (auguran los expertos en gafarnos la ilusión) podrá cobijarnos del aire calenturiento que llegará de muchos frentes.
Por inmaduros, seguiremos sin entender que este gobierno no sube impuestos con intenciones recaudatorias. No. La elevación del precio de la gasolina, el gas, el recibo de la luz, el tabaco… entran dentro de esa asignatura apostólica, que por nuestro bien nos enseña a no malgastar, de forma tan alegre, la energía y a no machacarnos los pulmones con la inútil humareda.
Vayámonos de vacaciones tranquilos si nos queda algo en el morral, o disfrutemos de lo que, en Salamanca, para suerte nuestra, se regala apenas los sentidos son capaces de captar ese abandono de hermosura que no tiene precio.
Lo dicho, feliz verano para todos, sin excepción alguna, y salud para volver a reencontrarnos en este cajón de los ruidos, apenas Lorenzo empiece a menguar sus lumbres.

Publicado en el diario El Adelanto de Salamanca el jueves 25.06.09

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