EL MÓVIL Y EL JAZZ

Publicado en el diario "El Adelanto" de Salamanca, 30.07.07

J. M. Ferreira Cunquero

Hemos disfrutado por las calles de San Sebastián de uno de los grupos participantes en el festival de jazz que acapara toda la atención estos días en la capital donostiarra. Amara Lucia Jazz Band, nos ha llevado hasta el Peine de los vientos por toda la Playa de la Concha reuniendo con ritmos populares a la gente en una comitiva de partidarios del jazz, entre los cuales, muchos se dejan notar que han ido llegando a Donosti desde los más diversos lugares de Europa.

Cuando iba camino del hotel un irreverente amigo trata de ponerme al tanto de cómo está la feria del cachondeo nacional, no creyéndose, entre otras cosas, que un servidor no tenga ni pajolera idea de que Barcelona haya estado a media luz por haberse derrumbado un cordoncito umbilical de la que parece ser vetusta red eléctrica catalana. Ya metido en harina tan diligente comunicante, aprovecha para darme el coñazo con aquella encerrona de pasajeros que acaeciera en el aeropuerto del Prat hace un año, como si uno sufriera amnesia, o no hubiese maldecido a aquella banda de politicos y gestores incapacitados que no supieron meterle el diente a enésimo caos del pasotismo veraniego. Para rematar su mala baba, tan cargante interlocutor, me hace saber con cierto recochineo ante mi incredulidad que ha sido secuestrada una revista, emulando los más caducos y trasnochados tiempos de la dictadura franquista. Sólo he podido asimilar lo de El Jueves cuando ha sido nombrado el juez del Olmo como artífice de tan increíble notición. Y es que cuando me meto en vacaciones trato de obviar el noticiero que suele vestirse con matilla y peineta cañí por si cualquier nimiedad de la cochambre veraniega me jode en cualquier momento la paz del corto descanso.

Pues nada que cuando hay vocación de tocarte la gaita aunque vayas de entierro, vuelve el móvil insistentemente a sacarme de la emotiva regata de traineras que me estaba seduciendo al ver a tanto gentío involucrado en apoyos emocionales a los esforzados remeros vascos. Otro pelma inoportuno empieza recordándome lo que ya me anunciara hace meses sobre la aburrida y pésima eficacia de Zapatero al frente del ejecutivo, para rematar contándome que hay una inaugural brecha patriótico nacional insondable a cuenta de otro desliz de nuestros gloriosos servicios de inteligencia. Después de hacerme saber minuciosamente lo que ha sucedido, me da un repaso histórico de la época socialista que me hace cabrear al no verle la gracia por ningún lado a tan horroroso asunto.

Para olvidarme de este y otros rollos de la vida cotidiana vuelvo al jazz abandonándome en las manos de Alain Coyral Quartet junto al controvertido Auditorium Kursaal de Rafael Moneo. Pero mi desgracia es total. Las vibraciones del móvil otra vez me hacen correr hacia la Playa de la Zurriola buscando el suficiente silencio para poder conversar con uno de mis mejores amigos que como no podía ser de otra manera tiene empeño en rematarme la noche. Con emoción desmedida ansía darme a conocer que ha sido cazado otro tramposo en el Tour de Francia con lo que Contador, según él puede tener serias expectativas de alzarse finalmente con la victoria. De paso me pone al corriente de que en Salamanca hace calor, fíjate tú que cosa más extraña en verano y de que al niño por fin le han comprado ya la moto.

No he tenido otra opción. He metido el móvil después de apagarlo en el fondo de la maleta, no vaya a ser que alguien acabe llamándome para decirme que Zapatero y Rajoy han sellado la paz dándose un pico en cualquier rincón de la Moncloa.

Y es que uno no está para estas chorradas que en verano surgen apenas aparece el sol derritiendo las molleras.