LA MAMANDURRIA EN TIEMPO MUERTO
J, M,
Ferreira Cunquero
El PP y el PSOE han sido tan
afortunados durante miles de añadas, que se habían creído que tocados por la
varita de la buena suerte, se alternarían el poder, por los siglos de los
siglos, como si este país fuese el patio de su casa.
Y tanto va la cacharrería a la
fuente del granito de la chorrada y el despropósito, que al final se machaca el
cántaro contra el pretil de la realidad, pues aunque tarde, pocos como el saber
joder los botijos.
Es más que triste, patético, ver
como quienes van a perder la silla, sacan cierto gracejo del incombustible
pellejo de la cara dura, para decir : “hemos ganado las elecciones”.
Que se vayan con viento fresco
toda esa banda de barrigas, con aspecto de empacho, al muladar de las desdichas, ante estos caprichos que podemos darnos en las urnas, cuando el voto de
un catedrático de la mamandurria, tiene el mismo valor que el de un conserje de
la calle de la misericordia.
Y ahora tocan las campanas cañís
del politiqueo a divertirse, que bastante hemos llorado, ante la desfachatez de
la opulencia demagógica de los tontos y delos multiples chorizos, que nos han saqueado hasta la grasa.
Hemos de dar por seguro,
que van a seguir gobernando en muchos lugares los mismos, pues no hay que olvidar
que dentro de unos meses tenemos otra cita electoral, y ante ella, Podemos y Ciudadanos, tienen que cuidar la mochila bailando la yenka con sumo descaro. Ahora hay que
tragar hasta noviembre, no vayan a tirar por los costados de la inoportunidad,
las buenas y sustanciosas migajas que han conseguido.
Eso sí, los que gobiernen, como
es el caso de esta ciudad (que exporta jóvenes como si fuera el trigo de sus
cosechas) van a tener que consultar hasta con la almohada, el simple cambio de
un cuadro, en el pasillo principal de la casa común. Y eso tiene que joder un
rato, cuando se viene de mover la tajuela al gusto, en cualquier rellano de la
tontería municipal.
No hay que ser muy avispado para
suponer que por la soldada, unos van a ceder el mondongo, mientras otros afilarán
en la piedra de las oportunidades, el cuchillo de la caprichería novata. A reír tocan o quién sabe si a llorar cuando pase por delante de casa el sepelio…
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