30 de noviembre de 2012

¡¿POBREZA EN ESPAÑA?!



 
J. M. Ferreira Cunquero 



 Foto: periodistadigital.com
Hemos de seguir por mera humanidad mirando al sur de la tierra. Pero mientras nuestros ojos escrutan cómo allí la injusticia fija sus zarpas en los más endebles, aquí estamos más que obligados a escuchar el grito de los sin nada, que expande cerca de nosotros el dolor de la indigencia.
Los duros objetivos marcados por Europa y que tan obedientemente respaldan Rajoy y sus ministros (expertos en titulitis y otros intelectuales ornamentos) ceban el coto, donde una metástasis de miseria estrangula en los más débiles la esperanza.
No hay que andar con rodeos, aquí hay gente que pasa hambre, mientras el derroche que huele a finanzas podridas sigue empachando, a través del choriceo más asqueroso, los veinte mil bolsillos de siempre.
Unicef, denuncia (¡que escándalo!) que en España hay dos millones y medio de niños viviendo por debajo del umbral de la pobreza. Guarismo que, bajo los efectos de la crisis, seguirá creciendo, gracias a esta indecente estratagema que salva bancos con nuestros impuestos, mientras se resiente la protección que debe permanecer intocable para la población que, por su edad o falta de autonomía, es más débil. Pero es hora de recortes deshumanizados y de gélidas indumentarias ministeriales; hora de palmeros que deben acompasar, en el tablao común de la radiante Europa, el cante jondo de la gran diva alemana.
Mientras tanto, las reformas olvidan que es, en la propia cueva del estado, donde se amontonan toneladas de material inservible, y obsoletas maquinarias fabrican al por mayor el déficit como churros, mientras boicotean (de momento) la más que previsible rebelión de los pobres.
Cáritas y otras ONG se están convirtiendo en la única vía de subsistencia para muchos españoles que forman parte de esa calamitosa cifra que marca el hito escandaloso de miles de hogares donde ningún adulto tiene trabajo.
Eso sí, el balance que ha hecho el actual gobierno vislumbra, finalizando el primer año de su mandato, -fíjate tú- que empiezan a crecen los brotes verdes, que en otro tiempo, nadie pudo saber dónde dieron el fruto.
Publicado en el diario El Adelanto de Salamanca y en el de Zamora, 30.11.12

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