
Algún chiquilicuatre pobre de mollera tuvo la osadía de criticar, por asuntos grotescos de militancia política, mi proclive devoción por quien es maestro en estos asuntos de juntar con maña palabras y letras.Y es que me cuece con pasión en la hondura un extremado gozo cuando leo y a veces releo a Alberto Estella.
Lo curioso es que, cuanto menos estoy de acuerdo con alguna de sus
afirmaciones, más me atrapa en esos planteamientos que, desde la razón y
la experiencia, me hacen dudar de mis propias reflexiones, acrecentando
el disfrute de ese lenguaje que en forma de verónicas me recoge y
embelesa sobre el albero de la dignidad intelectual, donde el
columnista-como digo- es maestro de mis cuestiones desde siempre. Leer entero en....ALBERTO ESTELLA, MAESTRO DE MIS CUESTIONES
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