J. M. Ferreira
Cunquero
Me decía un
socialista muy conocido en el mundo de la cultura que, mientras que el PSOE en
Valladolid se había dedicado cuando gobernaba a los barrios de la periferia,
tratando de meter más igualdad en la urbe, el alcalde actual del PP basaba su
actuación en darle guapura al centro de la ciudad que más que antiguo era viejo
y ruinoso.
El problema del
señor León de la Riva es que, como no puede pasar desapercibido, desde el
primer instante de su mandato comenzó a dar la nota como político fajador, importándole
un ochavo medir sus palabras. Lo importante era meter a su ciudad en el bombo
de las conquistas. Claro que en este aspecto, y solo en este, no nos habría
venido mal por estas tierras haber dado con alguien que tuviese su pegada en
los foros de la política, donde se cuece la hogaza de nuestras penurias.
Pero ahora el
señor León de la Riva reitera una vez más que el castellano mejor hablado se
localiza en Valladolid. Eso es como decir que nadie respira mejor que los
zamoranos o que es imposible ser más leonés que un salmantino.
Da grima que un
alcalde pueda decir estas chorradas para conseguir medio turista o un trozo de
estudiante más que aquellas ciudades que pitan, por su patrimonio artístico
inigualable, dentro del territorio comunitario.
Precisamente decía
don Víctor García de la Concha, (indiscutible autoridad en la materia) no hace
muchos días en el programa radiofónico Herrera en la Onda, que el mejor
castellano se habla donde hay españoles cultos y con la formación suficiente
para no patear un idioma tan rico, variado e importante como el nuestro. Vamos,
que es de paletos, a estas alturas, defender que en un determinado lugar
nuestro idioma marca la diferencia porque en la leche maternal van incluidas
las palabras que refuerzan el calcio de los elegidos.
Manos mal que
Valladolid, por todo lo que representa, cosa que no puede ponerse en duda, siempre
estará por encima de un alcalde ocurrente y pasajero…
Publicado en el diario El Adelanto de Salamanca y en el Zamora 18.01.13
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