3 de febrero de 2011

¿VOTAR A LA IZQUIERDA?, ¿QUÉ IZQUIERDA?






J. M. Ferreira Cunquero

Votar a la izquierda. ¿A qué izquierda? ¿A la testimonial que resguarda y cubre esta legión de políticos con privilegios insultantes? ¿A la izquierda que ostenta el poder bajo la tutela de los mercados tocanarices que mueven la cosa internacional? ¿A la que se rinde ante el marchamo financiero, insuflando en sus venas monetarias euros a granel que brotan de los deslomados riñones de los currantes? ¿Alguien puede pensar con medio milímetro de ética en sus componentes cerebrales, que este PSOE trajeado y prepotente representa al socialismo, que en otro tiempo fue alternativa a la imparable expansión capitalista?
El PSOE, con ZP al frente, ha cavado con tanto esmero su propia tumba que es muy posible que en el futuro el éxito electoral sea una quimera por mucho tiempo. Es fácil discernir tal teoría cuando los ciudadanos (votantes de izquierdas) por pura sensatez ajusten la memoria de sus intereses a tanto boicoteo emocional progresista. Va a ser muy difícil olvidar esta ruina orgánica, sin políticas de fondo que aminoren los problemas que se nos vienen encima, como auténticos mazazos, sobre los lomos de tanto contribuyente con incontinencia crónica en los bolsillos.
Ya escribí hace tiempo en El Adelanto de Salamanca, que estaba clarísimo que la cadencia contributiva necesaria para optar a la correspondiente pensión de la Seguridad Social sería elevada, sin la menor duda. Aquel artículo motivó a los amigotes socialistas, que aún creían que ZP era el político más capacitado de la Europa comunitaria, a tildarme de agorero e incompetente columnista. Ahora no sólo callan, sino que alguno ya se prodiga en reconocer que su líder es un auténtico obstáculo para las reválidas electorales que se avecinan.
Una cosa es elevar los años de cotización, penalizar incluso la edad, para causar el efecto con moderación paulatina, adecuándose a los tiempos con eficiencia política solvente, y otra es tomarnos el pelo, mofarse de los trabajadores con una desmemoria que da grima. ¿Pero no éramos hace dos horas los que mojábamos la oreja a italianos, franceses y alemanes? ¿Acaso no se regalaban cuatrocientos eurazos a los curritos porque no sabíamos qué hacer con tanta pasta sobrante? ¿No fuimos, en aquella fantasía izquierdosa de pitiminí, europeos sobrados, porque habíamos descubierto que el maná caía a chorro por los canalones del vecindario?
Pero en dos horas -ya digo- hemos pasado del edén idílico al naufragio bestial que, llevado a cabo por un gobierno socialista, huele a eso, a socialismo inocuo bajo el prisma de una recalcitrante tomadura de pelo.
¿Quién puede, dentro de cuatro días, reunir más de treinta y ocho años de cotización para tener derecho al cien por cien de la pensión adecuada, a partir de este mercadillo del trabajo calamitoso y decadente?
Eso sí, mientras tanto, PSOE y PP son capaces de ponerse de acuerdo, en un ejercicio de cinismo sin parangón, en contra de quienes intentaban con toda justicia que los ex presidentes de gobierno forrados de pasta gansa dejasen de percibir la más absurda de las nóminas que pagamos en esta desastrosa realidad los españoles.
¿Qué miedo puede darnos la llegada del PP a quienes estamos hartos de pagar tanto invento, si nos gobierna al fin y al cabo un socialismo al que de sus cimientos fundacionales sólo le queda el nombre?
…Y para que la función tenga su desenlace cómico festivo, se hacen la gran foto de la desvergüenza sindicatos, patronal y gobierno por un logro propagandista, que la propia realidad, a la misma hora, deja en el más clamoroso ridículo. Las cifras del paro crecientes y derramadas como una lacra social sobre nuestra paciencia, ponen en entredicho a toda esta caterva de chupacámaras, que son un insulto para el gentío que padece sus consecuencias. Mientras se hacían la foto con esa sonrisa verdulera, acababan de ser despedidos en este país otro montón de trabajadores…
Me dice un amigo socialista (y tiene toda la razón) que hay que abstenerse en los simulacros demócratas que nos llevan a las urnas para hacer el paripé. Que voten los que por mamar de la burra se sienten representados en esta democracia de papel charol que aún nos refleja la tontalicona sonrisa de los incapaces, que dicen gobernar en nuestro nombre.
www.jmferreiracunquero.com

1 comentario:

  1. Anónimo14:45:00

    No se puede ser más contundente para expresar la realidad que nos asola. Es muy triste que la izquierda se esté diluyendo de este modo. Me ha encantando leerte y descubrir el blog ya que nos has abandonado en prensa...
    Un admirador de tu pluma

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