tag:blogger.com,1999:blog-28681465.post2545282495428108428..comments2023-12-09T17:36:23.842+01:00Comments on J. M. Ferreira Cunquero: LA FUGA DE QUEVEDOJ. M. Ferreira Cunquerohttp://www.blogger.com/profile/13636840329233517029noreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-28681465.post-42212520908709385072016-02-21T22:04:05.826+01:002016-02-21T22:04:05.826+01:00Querido José Manuel,
Acabo de saber que Quevedo se...Querido José Manuel,<br />Acabo de saber que Quevedo se ha marchado de vuestro lado. Que en vuestra casa esta noche hay un pequeño espacio –y digo pequeño porque siempre lo grande ocupa muy poco- que callado ronronea su ausencia. Ciertamente yo no conocí a Quevedo hasta hace pocos días cuando tú me hablaste de las dificultades que venía teniendo. Ni siquiera pude asomarme a esos ojos que en la fotografía de la fuga parecen sostener el Mediterráneo entero. Solo sabía que a Quevedo le pesaban más los años que la vida, como a tantos y a tantos otros que conozco, y que de vez en cuando amenazan con soltar lastre. Nosotros siempre insistimos: No, agárrate fuerte, no te vayas –les decimos. Porque nos resistimos a creer que el reloj ha de pararse en una hora cualquiera, que lo que nos rodea no puede decidir cuando quiere fugarse a la otra orilla, y descansar en paz. Tal y como están las cosas, Quevedo ha sido un tipo inteligente. Si es cierto que Dios tiene reservado su reino a los justos, más le vale estar un poco lejos de todo esto.<br />Yo ahora imagino a tu gato en una hermosa silueta transparente, de acá para allá, en esos cosmos templados e infinitos donde no caben los excesos, ni las banalidades. Aquí hubiera sido el pobre un desgraciado. Porque aunque los animales no disciernen, intuyen. Y este mundo está tan “patasarriba” que cualquier día hasta a los bichos domésticos les ponen un impuesto de género felino.<br />Mi perrita Bruja hace ya dos años que dejó sus carnes al hambre de los helmintos. Para que el banquete no fuera tan indigesto planté una mata de espliego sobre ese pedazo de tierra, que no veas cómo ha crecido. Me refiero a la planta. La tierra a los pocos meses descendió una cuarta, y entonces supe de verdad que mi perra era ya solo polvo y alma. Y que allí abajo estaría su bello esqueleto apretándose como solo ella sabía hacerlo. De vez en cuando salgo al jardín y le cuento mis cosas. Nadie como ella para guardar mis secretos, te lo juro. Ahora también, desde esa sombra que de vez en cuando dibuja el aire, lo sigue haciendo. Es lo que tienen los muertos, que siempre escuchan y callan. Casi como Cristo cuando le flagelaban y no respondía a las preguntas. Quevedo se sabía tu pregón de memoria, estoy segura. Como sé que guardará la alegría y el silencio de tu casa y de los tuyos, como no lo hará nadie.<br />Amigo Ferreira. Y también Carmen, y tu hija. Guardad su memoria en sus días más alegres. Lo que se guarda, vuelve siempre con las mismas voces. No sé si es por eso de escribir cuentos, pero una de las cosas que cada día le agradezco a la vida, es que cada mañana un ruiseñor se pose en una rama del árbol más fecundo de mis adentros y, sencillamente, cante.<br /><br />Un beso muy grande y ¡feliz descanso para Quevedo!ISABEL BERNARDOnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-28681465.post-85876483611280960172016-02-21T22:02:30.719+01:002016-02-21T22:02:30.719+01:00Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.Isabel Bernardonoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-28681465.post-634908015758467922016-02-20T20:59:48.473+01:002016-02-20T20:59:48.473+01:00
Que bonitas palabras para hablar de un ser tan es...<br />Que bonitas palabras para hablar de un ser tan especial. Nunca olvidaré a Quevedo, que formaba parte de aquellas mágicas noches de reyes.<br />Un saludo.Anonymoushttps://www.blogger.com/profile/03299720515467126214noreply@blogger.com